Periódico El Norteño. año 2024. Armero Tolima, Colombia, América del Sur. "Y NO SE MUERE QUIEN SE VA, SOLO SE MUERE EL QUE SE OLVIDA" . Canserbero.

CONTENIDO:

  1. Reseña Historica del Periodico El Norteño. 
  2. Insistir, persistir y nunca desisitir. Por Roberto Ramirez
  3. Un viaje aplazado. por H.D. Nova
  4. Aniversario 40 de Armero. Por Angel Martinez T

 

 

 Roberto Ramirez G, Ana Mercedes Villamizar y Andres  Felipe Cubides Ramirez - Foto Diciembre 1984 Bogota DC.  

RESEÑA HISTORICA DEL PERIODICO EL NORTEÑO.

Fundado y dirigido por Roberto Ramírez González en el año 1972, era una publicación al servicio del Norte del Tolima, con licencia de funcionamiento No 2226, el periódico era impreso en la Editorial La Noticia de Ibagué en una sola tinta. 

El proceso de diagramación en esa época era bastante complejo porque se debían organizar todas los artículos palabra por palabra en lo que se llamaba linotipo (Máquina para componer textos tipográficos que fundía el metal de las letras de una línea completa de texto y facilitaba la composición). Este proceso generaba que se hiciera varias impresiones de prueba para revisiones de espacio, ortografía y redacción antes de ordenar su impresión final. Para el año 1984 el precio del periódico era $ 10 pesos pero la mayoría de los ejemplares eran regalados, el diario sobrevivía con la pauta publicitaria de empresas, juzgados, alcaldía y almacenes de comercio.

Siempre se caracterizó por ser imparcial en temas de política, crítico con las injusticias sociales y muy cercanas a las causas sociales. El subdirector del periódico era el Periodista Jorge Rojas H que vivía en la ciudad de Mariquita.

Salió de manera ininterrumpida hasta el mes de noviembre de 1985 año de la tragedia de Armero. 

Desde hace 4 años sus hijos Claudia Mercedes, Roberto Augusto “CUCO” y nietas María Mercedes, María Alejandra y Silvana han querido rendirle un homenaje a su  fundador y director Roberto Ramírez sacando el periódico los 13 de Noviembre. Se han tocado diferentes temas buscando mantener vivo el recuerdo de nuestro querido Armero en las actuales y futuras generaciones.

El Periódico El Norteño 2025, agradece infinitamente a las siguientes personas y empresas que con sus valiosos aportes y donaciones hicieron posible se cristalizara esta edición de manera virtual y física así: Seguros La Consolidada, Clara Barrios, Juan Carlos Ramos. Carlos Nieto Ramirez, Gina Solano, Cali Rodriguez y a todos nuestros columnistas  por su vital aporte.

 

“Insistir persistir y nunca desistir” 

Han pasado 40 largos años desde la tragedia de Armero, hoy quiero rendir un homenaje a todas esas madres que aun siguen en la búsqueda de sus hijos desaparecidos desde ese 13 de noviembre de 1985.

Muy seguramente para muchos los nombre de: Andrea, Sergio, Ricardo Andrés, Graciela, Manuel, Beatriz Angelica, Gloria Patricia, David, Milena  no les diga nada pero para muchas ameritas esos sencillos nombres son el motor de sus vidas, los que las inspiran a seguir en la búsqueda de sus familiares sin desfallecer.

520 niños según las estadísticas de la Fundación Armando Armero están  desaparecidos después de la tragedia, desaparecidos si pero nunca olvidados por que  aún  están sus madres, hermanos, familiares en su búsqueda con el respaldo técnico de la Fundación.  

Permítanme rendir hoy un homenaje a todos esas” buscadoras” colocando como referente de esa tenacidad a Claudia Mercedes Ramírez Villamizar quien ha buscado a su hijo Andrés Felipe Cubides Ramírez durante estos 4 lustros sin desfallecer.

Posterior la tragedia Claudia se dio a la tarea de visitar cuanto hospital, jardín infantil, centro de adopción, hogar de paso, instalación del ICBF, casas de familia, entidades de socorro, ciudadanos del común, fincas que hubieran tenido algún tipo de contacto con los niños que fueron evacuados del área de la tragedia. Todos los fines de semana con libreta en mano ya que no había tecnología para esa época, los dedico durante los primeros 2 años a buscar cualquier indicio o información que le pudiera ayudar en su búsqueda. Tomaba nota, analizaba la información, planeaba la ruta y viajaba en busca de su hijo.       

Su vida siguió con todo el optimismo, porque  nunca dejo de seguir en la búsqueda de Andres Felipe a pesar de los comentarios desalentadores,  enfrento la falta de información con el paso del tiempo, la lucha contra la burocracia y total desatención del estado. Esta madre ha seguido batallando en esa búsqueda, se volvió una TODOTERRENO y en esta búsqueda encontró una segunda responsabilidad de la vida que es la de impedir a toda costa que las nuevas generaciones pierdan y olviden lo sucedido con los hijos desaparecidos en Armero.

Su estrategia  es muy sencilla “ES HACER DE TODO”:  Claudia ha dado entrevistas a medios nacionales e internacionales, ha publicado carteles en diferentes idiomas, con apoyo de tecnología del FBI ha recreado como podría ser físicamente hoy en día Andrés Felipe su hijo, ha sido madre de acogida de muchos niños colombianos que fueron entregados en adopción y que  han venido al país en busca sus raíces y en busca de respuestas a  sus preguntas esperando que algún día llegue Andrés, ha escrito a muchas embajadas pidiendo información de niños entregados en adopción, ha liderado campañas para conocer información sobre adopciones de niños en esos años críticos después de la tragedia,  es experta en enviar derechos de petición a entidades del estado buscando acceder a documentos importantes en la búsqueda de los niños, y finamente aun que usted no lo crea esta madre ha logrado por intermedio de terceros hablar con los espíritus de nuestros seres más queridos y cercanos, aclarando ideas, despejando dudas, perdonando, sanando heridas y lo más importante para ella  confirmando que Andrés esta en este plano.

Hoy en día sus días pasan entre su hogar, sus 2 hijas, esposo, su trabajo como docente universitaria, sus gatos y perros adoptados o en “escala”, sus innumerables labores sociales, pero sin olvidar que en algún lugar de este mundo esta su hijo Andrés Felipe que es parte de  su plan de vida que el destino le impuso hace 40 años.   

Cierro este homenaje a Claudia con una frase dada por ella en una entrevista a Radio Nacional de Colombia en el año 2017 “Dios me va a dar la dicha. No pierdo la esperanza porque en vida o en muerte estamos unidos siempre”.

Por Roberto Ramírez Villamizar 

 

UN VIAJE APLAZADO  

Una fecha, el 13 de noviembre y unas ruinas repletas de recuerdos convocan cada año a los peregrinos exiliados que regresan a contemplar los restos a medio sepultar de su amado pueblo; ya no llegan horrorizados con la herida abierta, sino pasmados y exaltados por tener el privilegio de seguir existiendo, preguntándose porqué ellos lograron aplazar el viaje ineludible, en extrañas circunstancias, a veces inexplicables y fortuitas, como si fuera un selectivo destino. Quién viajó a último momento para salir de allí o llegó para embarcarse en ese trágico viaje, quién hizo caso a la voz interior que le indicaba la ruta de escape.

Al regresar encontramos las ruinas que nos enfrentan a la realidad de la existencia y nos susurran: “memento mori, carpe diem” para sentirnos humildes ante el misterio de la vida y aún vivos para hacer memorable cada instante del recorrido. Los de Armero somos como viajeros del tiempo que regresan desde otra realidad para reconstruir su pueblo con los recuerdos, un fragmento de piso bajo la tierra es la casa y la cama estaba allá donde está esa piedra y ese árbol creció en medio de la cocina donde la abuela bendecía la comida.  De manera mágica con los gestos de las manos y la mirada se van levantando en el aire las paredes en medio de los árboles y de la vegetación salen los espacios cotidianos, el fragmento de muro que persiste o el azulejo del baño que asoma entre la tierra son un portal a otros tiempos.

Ahora esas ruinas se revisten de calma y sosiego, invitan al reposo y la reflexión, son espacios cargados de una magia quieta que habla del espíritu y la trascendencia, el lugar ha pasado a otro plano de la realidad y nos transmite una profunda lección sobre la vida y la muerte, los eternos dinamizadores de la existencia: Eros y Thanatos se encuentran entre los vestigios de ciudad y solo necesitamos una actitud de atención y silencio interno para aprender la lección máxima que deja el sacrificio de tantas vidas.

H.D. Nova. 

 

 

 

 

  Casa Familia Ramirez Villamizar ubicada en la calle 12 # 19- 21 Armero Tolima. Render elaborado por el Armerita por adopcion el  Arquitecto Javier Diaz cel 3208088806.   

 

 

 

Fernando Cervantes del Portillo .

 

 

  

 

 

Andrés Diaz Uribe

ORGULLOSAMENTE ARMERITA

 

ANIVERSARIO 40 DE ARMERO

El deber se acerca, las horas corren, los días pasan y, yo aún sin tema para escribir. Distraído por mi imaginación errante, tenía un compromiso inapelable con Claudia Mercedes y Roberto Augusto, impulsores de la publicación anual del El Norteño. El tema acordado, escribir sobre el antes ó el después de Armero.

No podía faltar a tan importante compromiso, pensé. Pero una vez sentado y frente a mi viejo IMac actualizado, no supe, ni tenía qué decir. Mi mente se mantuvo como hoja en blanco, como si no tuviera nada que decir con tanto por contar.

Salí a caminar, tomé tinto y conversé con Lili. Practiqué Yoga, me mantuve en silencio y medité. Buscando inspiración, repasé en los mensajes de texto Resúmenes sobre la industria algodonera de Armero por Luis Eduardo Ramos y las poéticas remembranzas de Janeth Rivera, Cali Rodríguez y Marthica Urdaneta.

Repasé Armero su verdadera Historia de Hugo Viana Castro. Armero la ciudad donde viví de Fernando Cervantes. Armero, un luto permanente de Luz García y Maravillosas experiencias en Armero de Luis Fernando Vanegas.

Leí En el nombre de Matilde de Jaime Ruiz Montes. Mi Terruño de Fredy Ariel Gutiérrez Mora. Sobreviví de Luis Fernando Monrroy Uribe. Los Últimos días de Armero del estimado Carlos Orlando Pardo Rodríguez y, por supuesto Caminos Paralelos de la apreciada Dianita Quesada. Al recorrer sus aventurados senderos de la experiencia personal, donde enfrentaron consecuencias insospechadas y a pesar del existencialismo presente, no me permití el estímulo que necesitaba.

Llamé al amigo Solín para conversar de política y hablé con Cesítar Payán sobre ganadería selectiva, pero no encontraba inspiración. Me reuní con Juan Cristóbal Botero, Pedro José Sáenz, Adriana Ramírez y Marquitos Rivera, hablamos de cómo avivar el interés de los estudiantes de Armero/Guayabal con el Museo Arqueológico, pero nada, seguía bloqueado.

Me encontré con otro amigo que parloteó sobre el increíble efecto de su medicamento para desarrollar genialidad y sentirse relajado, y adivinen qué, se me bajó la tensión, tuve náuseas y un dolor de cabeza que ni para qué les cuento.

–Escribe sobre esto o aquello. Insinuó, algo contrariada mi bella Lili.

–Desbloquéate pronto, tú tienes mucho que contar. Fría y tajante la recomendación de Dianita, amiga colombo/italiana.

–Buenos días. Angelito no le puedo insinuar nada, nada en absoluto, tengo una cuestión pendiente por resolver, poseo mente sólo para este asunto. Le ruego me disculpe. Lo que tuvo que decir Javi Quintero -el viejo Panzer- con grado de decoro y diplomacia sin igual.

Y así, entre sugerencias, excusas, grageas para la genialidad y, una mente negada, llegó la conmemoración de los 40 años de Armero.

No sólo me pasa a mí. En nuestro intelecto y en lo profundo de nuestro sentir, hay tanto por recordar, expresar y revivir, que se vuelve difícil elegir. ¡Qué enorme desafío! pensar y documentar un lugar y su gente cuando nos toca de esta manera. Para rendir tributo en este aniversario, hay que tomar la mejor decisión, la que no lastime. Podemos hundirnos en un profundo lago de tristeza ó, por el contrario, regocijarnos de un hermoso mar de recuerdos. Con argumentos imaginarios somos capaces de crear nuestros propios engaños. El dolor y la victimización, no pueden convertirse en hábitos. Cambiar exige responsabilidad, determinación, pensamientos positivos y optimistas.

Desde la trágica partida de Armero, debimos lidiar con el dolor y, fue así, como empezamos a sentir ira, miedo, confusión. El mundo puede ser lúgubre y, a menudo aterrador. De lo que trata la vida es encontrar sentido a través del discernimiento, amor y felicidad; razones que impulsan más allá de la tristeza y del cinismo que recurre a la muerte de un ser amado, para revelar cuán importante era para nosotros. Pese a estas amenazas, gratitud, esperanza y más vida son sus mayores contendores.

¿Acaso lo que nuestras mentes buscan, es hallar la entrada a los preciosos recuerdos de Armero sin angustia y desespero? La decisión que tomé este aniversario 40, quizás no tiene trascendencia, ni idea concluyente y, para muchos, ni siquiera sentido. Es más, no sé si aplique a un cupo para que este artículo sea publicado.

Lo que nos pasó, fue un hecho que enlutó nuestras almas, pero con el tiempo, nuestros espíritus se levantan plenos de emotividad y sentido. Para bien o para mal, cierto es que el pasado persiste en no dejarse olvidar, pero Armeritas, aún queda tiempo para vivir, sentir, crear y crecer. Tiempo para acompañarnos en el dolor y sobre todo en el amor.

Nuestros amados residen en el reino inmortal de los espíritus y, en sus ruinas, aparece un jardín de Samanes, Acacias y Leucaenas.

“Gigantes de vida, árboles que crecen donde deben crecer, saben que ahí los amaban” (Nancy Vanegas Rondón).

ÁNGEL MARTÍNEZ T.

 

 

 

Francisco Gonzalez 

 

 

 

 

 

  Miguel Angel Gonzalez. Celular 317 3266140

  

 

Por Diana Quesada Labrador

 

 

 

Rincon Literario Armerita. 

 

 

Jorge “El Mono” Monroy Uribe.  

  

 Poesia Armerita. 

 

 Rincon Literario Armerita.  

“Un retorno siempre ansiado, llegar a casa, al pueblo que guardaba esos trozos de vida, de imágenes y susurros de ayer.

Vagas palpitaciones acomodaban mi interior, como si el tiempo se atorara en el único propósito de volver a vivir lo que ya no podía, donde ya no podré, en San Lorenzo de Armero”.

Ángel Antonio Martínez T.  

 

 "TURISMO DE NATURALEZA" 

   INFO: 3152078387.  Manuel Portilla.